


A quien corresponda
Autora
María Soledad Martínez Álvarez
Categoría : Violencia contra las mujeres
Subtema Violencia doméstica
Información
Ciudad de México, abril 2016, 4p. tamaño carta.
Fondo: DEMAC. Serie: Concursante Premios DEMAC.
Concurso: Premios DEMAC Cuajimalpa 2016. Cuéntanos tus historias de familia.
Transcripción del manuscrito por DEMAC.
Resumen
En su texto Soledad narra que nació en el municipio de Pénjamo, Guanajuato y que vivió en la pobreza e injusticia por parte de su padre. A sus setenta años ha sacado adelante a su numerosa familia, ha tenido la enorme pena de perder un hijo y se siente sumamente resentida por la violencia de su padre, por la pérdida a temprana edad de su madre y por su esposo pues sólo recibió por parte de él golpes y maltrato al grado de no sentirse querida. De todas sus enfermedades, es la del alma, la que peor lleva.
Palabras clave: abandono, Cuajimalpa, etapas de vida, familia, hijos, mala relación padre-hija, mala relación-pareja, María Soledad Martínez Álvarez, pdf, pobreza, violencia familiar
Comentarios
Maricela/DEMAC
2020-10-09 16:36:38
Muchas gracias por tu valioso comentario estimada Adriana. Te invitamos a leer más testimonios y si te animas a compartir tu historia, podrás enviarnosla a través del buzón de historias de mujeres que se encuentra en esta página. Nuestras novedades aparecen en la página de inicio. ¡Gracias!
Adriana M-R
2020-10-02 15:12:29
Hola Señora Soledad. No sé si leerá éste comentario. Lo escribo pensando que lo hará. Le abrazo a la distancia. Con cariño, con hermandad, con todo mi ser. Ojalá pudiera sanarle el alma y decirle que los sacrificios y los golpes que recibió, valieron la vida. Ojalá que sus hijas lean esto. Todavía les quedan años por caminar. Los golpes sanan, cierto. Las heridas que sangran se cierran con el tiempo. El alma... duele, desde la primera vez que le ponen un grito, hasta el último golpe que recibe, y después... y siempre y nunca pero nunca sana. La pobreza era mucha, y es usted un ejemplo de fortaleza y amor por sus hijos. Ojalá el haber escrito su historia, le haya servido para sacar de su corazón todo el dolor que su padre y sus parejas (el padre de su primer hijo y su esposo) le pusieron encima. Hablar de los abusos, ayuda a sacarlos al sol como la ropa blanca que está sucia... allá afuera de usted misma, la ropa y sus penas, se blanquean. Ojalá su alma se sienta más limpia, más ligera, más noble. Y sus hijas aprendan a no permitir que alguien les asesine el alma como a usted le pasó. Ojalá que ellas lean su historia y aprendan, y vivan, y se permitan ser dueñas de su alma. Porque al final, no hay nada más que eso y el amor que uno dió y le dieron. Dios le bendiga por ser tan valiente y escribir su vida. Dios bendiga a sus hijas y le permita a ellas aprender que ese camino es el más duro. Ojalá que sus hijas aprendan a ser independientes para que no dependan nunca de un hombre para ser felices, ni para vivir... pero sobre todo, ojalá sus hijas aprendan a ser tan Valientes y a tener tanto amor a la vida como usted. Un abrazo fraterno a la distancia.
Olga Hernández Natividad SEDE DEMAC CHIHUAHUA
2020-08-18 14:32:50
Texto epistolar que logra su mensaje comunicativo, la reiteraciones de expresiones denuncia la victima y el victimario, con imágenes burdas que retratan la realidad de muchas mujeres. Creo que este texto solo es un punto de partida para la trasmutación del pensamiento, pero no basta con reconocer la situación en un papel y luego abandonarla, porque sólo confirmaría la naturalización de la violencia. Dar el primer paso es una necesidad a apremiante, pero no suficiente para el autoconocimiento y valorización como ente humana. Hay que seguir avanzando y hacer posible la práctica de los derechos humanos.
Comentarios ( 3 )